El 22 de Noviembre del 2012 nos dejó un gran
artista, y a la vez una grandísima persona. Fotógrafo de la movida, íntimo amigo y colaborador de artistas de la talla de Pedro
Almodóvar, o los COSTUS. Delante de su objetivo han pasado todo tipo de
cantantes, actores de este país. Ganador del premio nacional de fotografía, cofundador
de la revista NUEVA LENTE. Director del edificio dedicado a la fotografía:
PHOTOCENTRO.
De creatividad constante, en una vida artística larga
y fructífera.
Amable, alegre, y cercano. Único, e irrepetible.
Entrevistamos a tres de ellos, tres grandes
nombres de la música de este país: Ana Curra, Luís Miguélez, y Juan Tormento.
HABLA ANA CURRA
¿Cómo conociste a Pablo Pérez Mínguez?
Había en Madrid una terraza de
verano en la Castellana que se llamaba El Teide donde íbamos las noches de
verano. Allí nos reuníamos una serie de personas de distintas disciplinas
artísticas, éramos pocos y acabábamos conociéndonos todos. Un buen día
contactamos con Pablo, el nos dijo disponer de un estudio de fotografía, cosa
poco habitual para la época, nos lo ofrecía sin más. Por allí empezamos a
desfilar toda la troupe. Fabio, Pedro Almodóvar, Los Pegamoides...
Cuéntanos una anécdota que viviste con Pablo
Su cara de felicidad cuando nos
presentamos Eduardo Benavente y yo para realizar la sesión de EL ACTO de
Parálisis Permanente. Todo lo llevábamos pensado, la indumentaria, el altar,
las posturas....Quedó maravillado ante tanta clarividencia y resolución siendo
tan jóvenes e inexpertos… Le sorprendió mucho que yo debía salir de espaldas
para no ser identificada fehacientemente pero si intuida. Lo captó
perfectamente y con toda su amabilidad y predisposición consiguió hacer y superar nuestras expectativas.
¿Cómo recuerdas sus sesiones de fotos?
Eran un juego, una diversión,
como nuestra actitud. A él le encantaba hacer fotos y a nosotros ponernos
delante de su cámara, una comunión perfecta.
¿Cómo era Pablo como persona?
Tremendamente amable, afable, hospitalario
y generoso. Yo nunca le vi enfadado, solo recuerdo su sonrisa.
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¿Cómo conociste a Pablo Pérez Mínguez?
Javier Furia nos presentó en el
año 1983.
Cuéntanos una anécdota que viviste con Pablo.
He vivido muchos momentos gloriosos
con Pablo, pero uno muy gracioso fue en Granada, fuimos a la inauguración de
una exposición en la que participaba y cuando estábamos en el hotel me decía
que no le apetecía nada ir a la galería de arte... que si mejor íbamos a Cádiz
...jajaja... que gracioso y que momento más divertido... finalmente terminamos
en la exposición claro!
¿Cómo recuerdas sus sesiones de fotos?
Luís: -Pablo te hacía sacar un
temperamento y una forma de expresarte que ni siquiera sabías que tenías
dentro. En las sesiones había siempre una complicidad e intensidad tremendas.
No sé, era como un ritual y siempre terminaban en una especie de performance,
ponte esto, ponte lo otro... quítate esto y quítate lo de más allá... jajaja...
pero sobre todo nos divertíamos muchísimo.
¿Cómo era Pablo como persona?
¿Cómo conociste a Pablo Pérez
Mínguez?
Lo conocí a mediados de los 80´s
en uno de los locales de moda en ese momento llamado Mac.
Cuéntanos una anécdota que
viviste con Pablo
En un viaje a México que hice con
él, leímos en la carta del restaurante del hotel que tenían un delicioso plato
llamado "Carne Tampiqueña", entonces yo empecé a bromear sobre lo
muchísimo que me gustaba la carne tampiqueña, total, que cada vez que veíamos a
alguna belleza mexicana exclamábamos... ¡Ay!... ¡esa carne tampiqueña!...
Entonces en una de las noches locas de fiesta yo vi a un chico guapísimo que
estaba bastante afectado por la fiesta, aun así yo le dije a Pablo, ¡mira esa
carne tampiqueña! y él contestó... Bueno, yo diría esa carne tam-piripi!...
jajajja, me acabo de dar cuenta con tu pregunta de los buenísimos momentos que
he pasado junto a él, otro de mis grandes referentes se ha marchado,
afortunadamente ha dejado encriptado en mi corazón mucho amor, estética y su
legado artístico, para mí no sería entendible la cultura madrileña
contemporánea sin su arte.
¿Cómo recuerdas sus sesiones de
fotos?
Era un déjate llevar, el tal vez
una de mis grandes bases conceptuales a la hora de trabajar ya que yo cuando
hago música se como empiezo pero nunca cómo terminará la obra, la forma de
trabajar con él era exactamente esa, en su casa tenía de todo, ropa,
maquillaje, accesorios de todo tipo, recuerdo que nos poníamos a jugar con
todas las cosas que tenía, yo comenzaba a ponerme y a quitarme cosas, entonces,
unas veces empezaban las sonrisas seguidas de las risas, otras Pablo empezaba a
rasgar los ojos... Uno de estos dos indicativos significaba que la sesión tenía
que comenzar en ese momento, durante las sesiones se sucedían metamorfosis
continuas ya que todos esos accesorios los teníamos siempre muy cerca para ir
cambiándome según se desarrollaba las sesiones que siempre acababan con una
sensación de felicidad y plenitud, el también solía ponerse algún accesorio
para disparar su cámara... Algún collar, tal vez una corona, una vez recuerdo
que se puso unas alas de ángel que tenía por allí. Entre una semana y 10 días
después de cada sesión volvíamos a reunirnos para hacer un visionado, las
sesiones eran maravillosas y los visionados estaban al mismo nivel, lo podría
calificar como experiencias inigualables.
¿Cómo era Pablo como persona?
Era un gran artista, activo,
imaginativo, incansable, generoso, muy generoso, de hecho muy a menudo tenía a
otros artistas con problemas recogidos en su casa, y sobre todo Pablo Pérez
Mínguez era PPM en todos lo ámbitos de su vida, no se escondía tras ningún
personaje creado para el escaparate.
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