Artista chileno incombustible,
mimo, clown, allendista, profesor, cooperativista en talleres para ayudar a
enfermos mentales.
MARCELO
PÉREZ ESCUDERO comparte con
nosotros su emocionante vida, y sus inmensas ganas de hacer feliz a la gente.
Amadeo
Iracundo: -Un hombre
Marcelo
Pérez Escudero: -Marcel Marceu.
Fue
el mejor y más maravilloso mimo, hizo giras mundiales incansablemente. Lo vi
cinco veces en vivo, tres en usa y dos en México.
Representa
una escuela, una enseñanza, una poética bella de la pantomima, un maestro, un
genio.
Amadeo: -Una
mujer
Marcelo:
-Mi mamá.
Amadeo: -Una
ciudad
Marcelo:
-Guanajuato, es la capital mexicana de mi corazón.
Ciudad
del estado de Guanajuato, pequeña, muy estilo colonial, de calles estrechas y
plazas pequeñas, rodeada de montañas. Allí todo está cerca y la mirada choca
constantemente con imágenes hermosas.
Amadeo: -Una
comida
Marcelo:
-Arroz con carne y verduras.
Amadeo: -Un
aroma
Marcelo:
-El de las flores del parque Juan Noé de Arica, donde nací. En chile.
Amadeo: -Un
recuerdo de tu infancia
Marcelo:
-Amanecer con mis hermanos en la espera de la llegada de papa Noel, (viejo
pascuero en chile) y Santa Claus en usa.
Amadeo: -Una
obsesión
Marcelo:
-Intentar estar delgado.
Amadeo: -Una
fobia
Marcelo:
-Los cazadores de animales.
Amadeo: -Una
manía
Marcelo:
-Comerme las uñas.
Amadeo: -Una
anécdota chistosa
Marcelo:
-Haciendo mímicamente una caja de vidrio, en un psiquiátrico un interno gritó:"está
encerrado como nosotros" - ocurrió
en Cholula, Puebla, (México) en el año 1983.
Amadeo: -¿Cuándo
nace tu vocación por la mímica?
Marcelo:
-Cuando tenía 19 años llegue por curiosidad al grupo de pantomima de Eduardo
Lorca y ahí me gustó mucho.
Pasaba
por la casa de la cultura de Arica, (una casona vieja ubicada en un parque)
escuché gritos y me asomé, una chica me invito a pasar, caminé por un pasillo y
llegué a un salón donde ensayaban una obra de teatro. Me senté y me quedé ahí,
miraba y miraba. Me invitaron a seguir viniendo, y volví. Un día fallo alguien
y me pidieron que recitara un parlamento. María Teresa se llamaba la chica. Después
supe, que era la hermana mayor de Eduardo Lorca. Tanto ella como él eran
bailarines clásicos, con cursos terminados. Ese día me invitaron a pasar a una
sala adicional, cuando terminó el ensayo de la obra de Ibsen, donde un grupo
grande ensayaba una obra mímica llamada Golem. Eduardo me pidió quedarme y
participar. Así fue como empecé con la pantomima.
Después
Eduardo Lorca me invitó a formar parte de un grupo de mimos que estaba creando,
y comencé a ir a esas clases que eran dadas en silencio, o sea, Eduardo daba las
clases sin hablar y nosotros debíamos expresarnos con mímica si deseábamos
preguntar o acotar algo.
Llegar
allí, parecía un templo del silencio de la expresión mímica.
Amadeo:
-¿Cuándo actuaste por primera vez?
Marcelo:
-En el año 1971, en la ciudad de Antofagasta, Chile. Era un festival cultural
de la universidad de esa ciudad.
Amadeo: -¿Cómo
era el chile que viviste en tu juventud?
Marcelo:
-Era familia, amigos y playas.
Amadeo: -¿Cómo
comienza tu militancia política en el partido de allende?
Marcelo:
-Antes del triunfo de las elecciones de 1970 ya participé en este partido
porque me pareció que él (Allende) era el candidato que mejor representaba al
pueblo.
Su
programa era clarito, estaba detallado en un librito delgadito, que decía las
30 medidas de la unidad popular. Y supe que ese hombre, medico, socialista, lo
llevaría a cabo. Era la tercera vez que se presentaba como candidato. El doctor
Allende había sido ministro de salud en la década de los 40 en otro gobierno que
tuvo un tinte popular.
Salvador Allende dejaba siempre en claro, dos
cosas: la independencia económica y la salud del pueblo. Era un orador veraz,
muy humano, muy sabio, convincente, sencillo y directo.
Amadeo: -¿Qué
recuerdas del cambio brutal que sufrió chile cuando Pinochet da el golpe de
estado? Y ¿cómo lograsteis escapar de la dictadura?
Marcelo:
-Era evidente la brutalidad de los militares, su represión y el miedo que
infundían en la gente con el toque de queda, con prohibición de salida después
de determinada hora, el patrullaje constante diurno y nocturno. Y comenzó la persecución a todos los que
militaban en partidos allendistas y ahí fue que me agarraron a mí. Estando en el campo de concentración llamado
Tres Álamos, en Santiago de Chile, vino un grupo del ACNUR (una organización de
las naciones unidas para los refugiados y los derechos humanos en todo el mundo)
a entrevistarnos y nos dejaron solicitudes para emigrar a diferentes países
como refugiados políticos. Eran tres
opciones. Yo elegí primero Francia,
luego Suecia y como última opción usa, pero me otorgaron la visa para estados
unidos.
Amadeo: -¿Cómo
fue tu llegada a estados unidos? ¿Y cómo era la sociedad estadounidense de
aquella época?
Marcelo:
-Llegué a Brownfield, san diego a un centro de refugiados que antes había sido
un aeropuerto que se utilizaba en la segunda guerra mundial. El lugar era cómodo y allí convivíamos con
chilenos y vietnamitas y laosianos, camboyanos, curdos y unos pocos refugiados
de Checoslovaquia y la URSS. Llegué con solo 10 dólares y con el deseo de
trabajar pues tenía a mi primera esposa
embarazada de mellizos de 5 meses. Lo
primero que me llamo la atención de la sociedad americana era, la falta de
gente en las calles, el tamaño de los autos y el sol brillante de california,
también los supermercados con la gran variedad de productos a bajo costo. En esa época era factible conseguir trabajo.
Los americanos fueron para mí muy solidarios, saliendo de la guerra de Vietnam,
estaban en contra de las dictaduras. Estoy muy agradecido con ese país.
Amadeo: -Estando
en california aprendes danza clásica, ¿cómo lo aplicas a tus conocimientos de
mímica?
Marcelo:
- La danza clásica con su técnica estricta me permitió fortalecer el armazón de
la mímica. Es importante para el mimo
porque la danza clásica le da una carga poética a sus creaciones.
Amadeo: -¿Qué
te aportó estados unidos a parte de la danza?
Marcelo:
-La disciplina del trabajo, el amor al dólar porque se gana con mucho esfuerzo.
La amplitud de artistas que trabajan en la base y que desarrollan su trabajo en
los centros culturales y grupos solidarios.
Amadeo: -¿Cómo
te ganabas la vida en el periodo que viviste en california? Y ¿llegaste a
actuar estando en la "tierra de las oportunidades"?
Marcelo:
-Comencé de lavaplatos, en fábrica de aparatos dentales, fábrica de telas, en
la construcción y en el Seven Eleven como cajero. Si, trabaje en centros culturales, iglesias,
actividades políticas, festividades de fiestas de colectividades latinas y
otras culturas. Es lo que yo llamo
trabajo cultural de base.
Amadeo: -¿Cómo,
cuándo, y por qué decides irte a México?
Marcelo:
-Mi primera esposa llegó conmigo a usa ya embarazada de 5 meses. Enfrentamos juntos muchísimos retos, pero
en 1980 nos separamos. A Virginia, mi segunda esposa, la conocí en
San José, (ciudad una ciudad de California, cercana a San Francisco), ella
había llegado desde Argentina hacía poco
y nos conocimos en una actividad cultural. Mi esposa me convenció de que podíamos
irnos a estudiar en Puebla (México): ella letras y yo medicina. En el año 1982 nos trasladamos en micro desde
San Francisco, regalando todo o casi todo, (que no era mucho) y emprendimos el
camino a ciudad de México.
Amadeo: -¿En
qué trabajaste en México a tu llegada al país?
Marcelo:
-De mimo callejero y en una librería.
Amadeo: -Sigues
tu aprendizaje en la tierra de los mayas. ¿En qué consiste dicho aprendizaje? Y
¿Qué te cautiva tanto de este país cómo para que te llegues a sentir incluso
más mexicano que chileno?
Marcelo:
-Los primeros acercamientos con el arte en México se me dio viendo a los mimos
de la zona rosa de la ciudad de México. La zona rosa es /era un lugar, una
peatonal que une dos avenidas:
Insurgente y La Reforma. De ellos
observe la reacción de la gente frente a la mímica, como reaccionaban ante el
artista mímico. Muchísima gente se juntaba a mirarlos y venían con una
curiosidad que iba de la mano con el deseo de divertirse. Observe que el
público mexicano es tímido, respetuoso y con deseos sinceros de divertirse. De
risa fácil y hermosa. Después conocí en
un festival de pantomima, en el año 1983, realizado en Guanajuato a Sigfrido
Aguilar y a Miguel Cortázar. Ellos impartían el cursos de pantomima/ teatro que
incorpora el arte del clown a la mímica. Lo que me cautivo más de México es simple:
su pueblo, sus costumbres, su cultura y su amor por ella. Viajamos desde
sanfrancisco (USA) en micro. Llegamos a ciudad de México y después nos fuimos a
vivir con un hermano de Virginia, (mi esposa) a Puebla, otro estado, trabajando
nos independizamos y alquilábamos nuestro propio lugar.
Al tiempo ella comenzó a trabajar en la universidad,
y yo también, como profesor de
pantomima, con la obligación de formar un grupo de mimos. Formé dos
grupos: uno de niños, y otro de jóvenes.
A los tres meses estábamos dando funciones en muchísimos lugares lejanos a puebla, ciudades y pueblitos. Viajábamos
mucho y conocía a la gente, la miraba y
la sentía, en las sierras, los valles,
los llanos, y seguí viajando y viajando por México.
Después
con el ISSTE, (instituto del seguro social), continué viaje por casi todo México.
Cuando
viajamos desde san francisco, un viaje
largo desde Tijuana a ciudad de México, el país me fue
cautivando desde el principio. Hacia 6 años que vivía en USA, y no había salido
de estados unidos en esos 6 años. Encontrarme con México era como
volver a mi tierra.
Amadeo:
-Estando en México formas un grupo de payasos llamado "trotamundos",
dinos cómo surgió la idea, en qué consistía, y que supuso para tu carrera
artística.
Marcelo:
-El grupo se originó por la necesidad de interactuar en un grupo, desarrollar
trabajo en equipo. Trotamundos, surge casi espontáneamente. Algunos eran
estudiantes de mi taller en la universidad autónoma de puebla, y otros como
Virginia, mi esposa, y Oscar Campos Pérez, llegan por curiosidad y deseos de
expresarse. Para mí era una novedad formar un grupo más profesional, ya no un
taller de trabajo, sino un grupo que creaba colectivamente, pero donde yo era
el director.
Yo siempre había trabajado como un mimo solo,
el grupo fue un desafío para mi
trabajo. Se conformó por el grupo
de mimos que estaban en el taller de pantomima que impartía en la UAP, hay tres
universidades grandes en México: la primera, la autónoma de México, la segunda
la universidad autónoma de Guadalajara, y la tercera la universidad autónoma de
puebla, (la UAP). Ellos eran Sergio, María, Oscar y Virginia. Éramos cinco en
trotamundos: tres eran estudiantes del taller, un amigo, y Virginia (mi esposa).
Con ellos utilizamos el clown mímico circense, desarrollando Scketch cómicos en
los que se interactuaba mucho con la gente.
Nos presentamos en diferentes ciudades de México: Tlaxcala, Veracruz,
Tabasco, Cárdenas, Ciudad de México, Guanajuato, Toluca, Cholula, Olinala (en
el estado de Guerrero), pueblos en el estado de Tabasco, muchos en Puebla,
muchos pueblos de la sierra norte de Puebla. Los motivos eran netamente
sociales: festejos escolares, el día del pueblo, que en México es una fiesta
religiosa, porque es el día del patrono o la virgen del lugar, y se hacen fiestas
por una semana. Desarrollé con este
grupo técnicas de dirección y formación de mimos.
Amadeo: -¿Cómo,
cuándo, y por qué decides irte a vivir a Argentina?
Marcelo:
-Por motivos familiares, el motivo especificó fue acompañar a mi suegra que se
estaba quedando sola. Fue en enero de
1990. También para mí fue una aventura, un país más por conocer. Hubo un momento en que pensábamos en tres lugares:
volver a usa, irnos a Venezuela, o ir a
Argentina. Decidimos después de un largo tiempo Argentina. Pero al irnos de
México vendimos o regalamos todo, aunque como yo era un refugiado de ACNUR me
ofrecían llevar 50 kg por persona, y me
daban los pasajes de regreso a chile. Cuando ACNUR nos da los pasajes, de regreso de
repatriación a Chile, ahí se decidió todo, el avión hacía escala en Buenos
Aires, y ahí nos bajamos.
Amadeo:
-¿Qué te aportó este nuevo cambio de aires?
Marcelo:
-Buenos aires...jajaja. Fue un desafío,
el salir a lucharla para conseguir la mantención de la familia. Tenía dos hijos
pequeños, dos bocas que alimentar urgentemente, una familia que mantener, y
salí como un loco a buscar trabajo de mimo. Pronto me di cuenta que acá no hay
trabajo institucional como en México, es como decir: arréglatelas como sea y
solito, y comencé a actuar en plazas, y la gente tomaba mi tarjeta artesanal y
comenzó a llamarme a cumpleaños, después me llamaban a escuelas y colegios,
trabaje también en discotecas animando, como un artista itinerante, actuaba en
ferias artesanales, plazas, festejos de todo tipo, cumpleaños, colegios,
calles. Y después algunas empresas de espectáculos comenzaron a llamarme para
espectáculos de temporadas. Los hijos se educaban y vivían en la gran casona
con inmenso patio, de la abuela, ella estaba feliz de tener a su hija y sus
nietos, de la soledad paso a la compañía. Nuestros hijos comenzaron el jardín
de infantes, y a formar un lindo grupo de amigos que jugaban todos en ese hermoso jardín.
Amadeo: -De
nuevo prosigues tu aprendizaje, ¿qué nuevos conocimientos artísticos adquieres
en argentina?
Marcelo:
-La magia y los títeres. La magia es muy risible para el clown sobre todo
cuando se utiliza el recurso de equivocaciones del payaso. Y los títeres ya entraron en México pero en
argentina cobraron vida en mis manos. Y ellos pidieron integrarse a mi espectáculo.
Amadeo: -Cuando
comenzaste a actuar en argentina, introdujiste en el país lo que aprendiste
como clown en México, siendo el primero en realizar este tipo de show en el país
del tango ¿cómo acogió el público argentino dicha innovación?
Marcelo:
-El público respondió muy sorprendido ante el uso de las técnicas de malabares,
monociclo, malabares con fuego. Y el equilibrio de objetos en mentón y hombros
como sillas, escaleras, etc. También observé que el público argentino se
sorprendía del uso de mis técnicas de mimo aprendidas en los otros países que
aquí no se usaban todavía. No se conocía
las técnicas del teatro de la fisicalidad, la mima corpórea de Etianne Decroux
y las técnicas del maestro Sigfrido Aguilar y Miguel Cortázar.
Amadeo: -Tu
labor como profesor comenzó en tu periodo en estados unidos, y desde entonces
no has dejado la docencia, ya sea impartiendo clases de pantomima, o con
talleres de teatro. ¿Qué te aporta la enseñanza?
Marcelo:
-Me aporta el placer de ver a otros haciendo pantomima. Y proyectando el desarrollo de este arte.
Amadeo:
-También eres un gran cooperativista en temas de concienciación social,
impartiendo talleres en centros de recuperación de enfermos mentales, escuelas
para discapacitados, y hospitales. ¿Cómo comenzaste esta magnífica labor?
Marcelo:
-Esto comenzó en estados unidos, en san
José y san francisco, california. En el año 1980. Forme el grupo de pantomima
de niños y jóvenes "Víctor Jara" ´para enseñar y aglutinar a niños y
familiares en una acción cultural que se proyectó en distintos ámbitos sociales
de la zona. Y en México me integre con los estudiantes de psicología de la UAP,
y allí impartíamos taller de música, pantomima y dibujo, esto me aporto el saber que ellos son muy
sensibles al arte y muy agradecidos cuando uno les brinda algo. Mi experiencia
con los discapacitados es más a nivel de show que de enseñanza, con ellos
desarrollo un show muy interactivo, muy sociable, abierto a las inquietudes y
reacciones que tengan ellos. Incorporando
estas reacciones como parte del show.
Amadeo: -¿qué
proyectos te traes entre manos?
Marcelo:
-Lo que tengo ahora pendiente es retomar a full el mimo, hacer un espectáculos
de títeres y hacer rutinas de clown para teatro.
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Zocalo de Puebla, Mexico , año 1984.
Zocalo de Puebla, Mexico 1984.
Festival Nacional de Pantomima en Guanajuato año 1986. Plaza San Roque.
Morelia Michoacan año 1986- Festival nacional e internacional de Pantomima.
Festival nacional e internacional de Morelia año 1986.
Fabrica Volkwagen en Puebla Mexico, año 1986.
Cholula, Mexico. Función en colegio secundario. 1987.
Cholula Mexico 1987.
Circulo infantil de la UAP, universidad autónoma de Puebla, año 1988.
Casa de Cultura de Puebla. Mexico año 1988. Domingos Culturales.
Buenos Aires 1998. En una comunión.
Buenos Aires año 2002, Jugando con un títere.
Buenos Aires, Argentina. 2012. función payasesca mímica y mágica.
Buenos Aires, Argentina, 2012, Fiesta infantil, con Gael García Bernal.
Hola, mi nombre es Martín Santillán, vivo en Puebla, Mexico y Marcelo Pérez fue mi maestro de Pantomima hace muchos años, en los 80s. Hay alguna forma que pueda contactarlo desde aquí, ya que le perdí su huella desde hace mucho tiempo. Tienes algún e-mail donde lo pueda contactar? Gracias
ResponderEliminarHOLA MARTIN SOY MARCELO PUEDES CONTACTARME POR MI FACE MAGOTROTAMUNDO PEREZ , SINO A MI CORREO MARCELOPEREZESCUDERO@HOTMAIL.COM...
EliminarHola soy el hijo de Marcelo, Dennis. Ya le pasamos el recado a Marcelo, espero que cominique pronto con él. Por el momento te dejo su correo marceloperezescudero@hotmail.com. Saludos.
ResponderEliminarDennis gracias, no encontraba la forma de comunicarme con tu Papa, mi nombre es Americo de San Jose California, tuve la gran fortuna de participar en algunos proyectos con el pero la pantomima no es mi fuerte, hasta q partió de este ambiente...crei q estaba estudiando medicina en Mexico,
ResponderEliminarHOLA AMERICO IMPOSIBLE OLVIDARSE DE TI Y DE NUESTRAS AVENTURAS JUNTOS,,,VIRGINIA SIEMPRE TE RECUERDA MUCHO...CONTACTANOS A MI CORREO MARCELOPEREZESCUDERO@HOTMAIL.COM
EliminarMarcelo, muchas personas y mi familia te conocimos en la Peña "El Sapo Cancionero", un lugar donde la cultura y el arte eran cosas por demás extraordinarias. Inolvidables tus actuaciones. Te mando un gran saludo y un abrazo fraterno.
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